Breve acercamiento a la historia del country y su pasión por la guitarra clásica
A pesar de que la música country no ha llegado nunca a cuajar entre los gustos mayoritarios de los españoles, lo cierto es que es un género muy apreciado por los amantes de la guitarra clásica.
Sus ritmos rancheros y folclóricos se llevan a las mil maravillas con la guitarra española y gracias a las películas americanas, quien más y quien menos conoce el country por los bailes tejanos en los que las jóvenes con botas y los cowboys con sombrero bailan todos a una.
Este género musical nació en los años 20 en las zonas rurales del sur de Estados Unidos. Tradicionalmente, el country era música para guitarra clásica, banjo, violín y contrabajo. Otros instrumentos muy apreciados en estas melodías son el acordeón y la armónica. Con el pasar de los años se ha introducido en el country el gusto por la guitarra eléctrica o el teclado, pero lo que no ha cambiado es su vocación de narrar historias cotidianas, emotivas y que llegan al oyente tanto por sus letras como por sus melodías.
Entre los nombres más destacados en su historia cabe mencionar en sus inicios a la familia Carter, los primeros en grabar una canción country, género que tuvo su boom gracias a la radio y Vernon Dalhart, Deford Baley, The Skillet Lickers o el gran Jimmie Rodgers, un conductor de trenes del Mississippi cuyo gran éxito aún se recuerda, ‘T For Texas’, y que junto a los Carter, está considerado como el padre de la música country.
Así como ha modernizado su uso de la guitarra clásica por la eléctrica, el country ha evolucionado hasta nuestros días. El salto más importante se produjo en los 60, cuando la industria se concentró en Nashville y acercó sus melodías al pop y otros géneros, haciéndolas más pegadizas y fáciles de tocar con la guitarra.